Será el decimotercer partido entre ambos. Ninguno a unas alturas tan avanzadas de un torneo. Y el primero también con Kylian Mbappé defendiendo la camiseta del Real Madrid.

En el anterior, la estrella gala sufrió una de las remontadas del Real Madrid hasta ganar la Liga de Campeones en 2022.

En este último precedente, además, Mbappé fue un factor diferencial, aunque no suficiente para para pasar de ronda, en el PSG.

Gol en la ida y en la vuelta, en un partido, este último, en el que un gol que podría haber sido la sentencia, tras superar a Thibaut Courtois con un gran regate, fue anulado por fuera de juego.

Eliminatoria que supuso los dos últimos partidos entre dos clubes ‘enfrentados’. Primero, por el culebrón de un Mbappé que, tras siete veranos con rumores, acabó vistiendo de madridista en 2024.

Segundo, por el proyecto de la Superliga defendido por el Real Madrid y que encuentra en Nasser Al Khleifi, presidente de la Asociación de Clubes Europeos (ECA) y muy cercano a Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, uno de sus opositores.

Dos clubes que mantenían buenas relaciones pero que acabaron rompiéndose y que ahora se enfrentarán en Nueva Jersey (Estados Unidos) por un puesto en la final del Mundial de Clubes. Y por algo no tan menor a lo deportivo, ingresar los 27,7 millones de euros de premio para cada uno de los finalistas.

Enfrentamiento de poder a poder al que el PSG llega como ligero favorito, al ser el actual campeón de la Liga de Campeones, frente a un Real Madrid que con Xabi Alonso da los primeros pasos de una nueva era tras la marcha de Carlo Ancelotti. Dos proyectos en diferentes puntos pero siempre obligados a ganar.