Eduardo Gómez, de la Secretaría de Emergencia Nacional, quien coordina el grupo de combatientes que lucha para sofocar los incendios, dijo que desde la madrugada de este jueves se están registrando lluvias en la zona. Inicialmente, la alegría solo duró unos pocos minutos con una marca de 5 mm y luego paró de llover.

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Por suerte, luego de algunas horas, volvieron las lluvias y hasta las 10:00 de esta mañana, ya se logró superar los 15 mm de agua caída, y podría ser mucho más atendiendo que las precipitaciones continúan, según mencionaron los bomberos voluntarios.

Por de pronto, los incendios, están controlados, pero se necesita que caigan unos 30 mm para que las bocas de fuego acaben por completo, al menos por esta temporada, teniendo en cuenta que dicha cantidad de agua, además de apagar el fuego, ayudará a regenerar en algo la seca vegetación del parque.

Tras un largo y complicado viaje de 950 kilómetros, ayer en horas de la tarde, pudieron llegar a la zona las maquinarias del Comando de Ingeniería que realizarán trabajos de limpieza de senderos o picadas dentro de la reserva. Llegó también un contingente de 9 bomberos voluntarios del Paraguay y un grupo de 12 militares.

La odisea se complicó debido a la pequeña lluvia caída sobre los caminos de tierra, que hacía bastante difícil continuar el viaje. Aun así, y tras una dura lucha, finalmente el convoy de vehículos pudo llegar hasta la zona de los incendios.

Gómez mencionó que con la llegada de la bendita lluvia, una vez que se den las condiciones climáticas, se podrá aprovechar para realizar algunos trabajos de limpieza de las franjas, para evitar inconvenientes y permitir a los bomberos ingresar con rapidez en el tupido monte de la reserva, ante eventuales otros incendios.

Entre el martes y miércoles se tuvo de nuevo una dura jornada para combatir el fuego, esto debido a la intensidad del viento norte, que hacía que las llamaradas saltarán a grandes distancias, formando varias bocas de calor, lo que hacían imposible controlar la situación.

Como siempre sucede cuando se dan este tipo de eventos, los combatientes optan por dejar los trabajos, para volver en horas de la noche y madrugada, para aprovechar el viento calmo y continuar las tareas.

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Finalmente, los bomberos combatientes, además de celebrar estas precipitaciones, esperan que en el transcurso del día de hoy y de mañana puedan caer más lluvias, tal como está pronosticada por la Dirección de Meteorología, lo que significará que definitivamente se acabaron los incendios en esta parte del Chaco.

Por de pronto, las lluvias se están dando en todo el Alto Paraguay desde el martes. Son pequeñas precipitaciones que no superan los 20 mm, aun así sirve para regar los secos campos pastoriles y apagar el intenso polvo de los caminos de tierra.