En comunicación con ABC Cardinal este lunes, el capitán Ray Mendoza, del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay, comentó el estado actual de la situación en el departamento de Alto Paraguay, donde se producen grandes incendios forestales que los bomberos, fuerzas militares y la Secretaría de Emergencia Nacional están intentando controlar.

Mendoza explicó que uno de los mayores focos de incendio activos se encuentra entre las estancias La Clemencia y Uruguay, cerca del límite fronterizo entre Bolivia y Paraguay, y que el fuego se estaba dirigiendo hacia el cerro Chovoreca, aunque todavía no afectó a esa área silvestre protegida.

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Indicó que se están cavando brechas de entre ocho y 15 metros para intentar evitar que el fuego alcance al cerro.

El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible explicó que se tienen “indicios” de cómo se originó el incendio que arrasa la zona del cerro Chovoreca y que ya se abrió una investigación penal al respecto.

En el pasado, muchos grandes incendios forestales en el Chaco fueron causados por quemas “controladas” dentro de establecimientos ganaderos.

Mendoza dijo que los bomberos también cuentan con información sobre la posible causa y el lugar de inicio del fuego, aunque – al igual que el Mades - señaló que aún no se ha podido corroborar lo que se presume.

“No estamos aprendiendo la lección de los años anteriores”, lamentó, y vaticinó que este año será peor que el periodo entre 2019 y 2020 cuando se registró una seguidilla de grandes incendios forestales.

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En esa zona, el fuego ya arrasó con alrededor de 70.000 hectáreas. Actualmente, explicó Mendoza, los vientos en calma hacen que el fuego avance más lentamente que ayer hacia el mediodía, cuando el avance de las llamas se estimaba en 500 metros por hora.

Indicó que además de los establecimientos ganaderos en la zona hay comunidades indígenas cuyos miembros están migrando o colaborando con el combate a las llamas.

El jefe de bomberos explicó que el incendio está resultando en la muerte de muchos animales silvestres y causa que muchos animales migren hacia zonas pobladas, lo que representa un riesgo adicional en una situación ya complicada.

Además, el humo causado por el incendio ha repercutido en la salud de los habitantes de la zona y los centros de salud han reportado un aumento en consultas por problemas respiratorios o alérgicos.