
Frío y heladas: el nuevo desafío para los agricultores de Cordillera
“Estamos en una temporada complicada porque nos afecta la helada. Varios amigos que sembraron antes que yo perdieron sus plantas. Es triste ver cómo el esfuerzo se pierde de un día para otro p...
“Estamos en una temporada complicada porque nos afecta la helada. Varios amigos que sembraron antes que yo perdieron sus plantas. Es triste ver cómo el esfuerzo se pierde de un día para otro por el frío”, dijo Ángel Arenas, agricultor de la compañía Acuña Figueroa de Altos.
Arenas lleva más de 12 años dedicándose a la producción de sandía, actividad que, según cuenta, le permitió salir adelante junto a su familia.
“Gracias a la producción de sandía pude terminar mi facultad, construir mi casa y criar a mis dos hijos, una nena y un varoncito. Todo lo que tengo es gracias a esta tierra y a este cultivo”, expresó.
Sustento de muchas familiasLa compañía Acuña Figueroa, situada en Altos, es reconocida en la región por la calidad de sus sandías, que durante la temporada alta son comercializadas en diferentes mercados locales, ferias y puestos en ciudades vecinas.
“Antes vendíamos a compradores que venían hasta la compañía para llevar a los mercados. Eso hizo conocida a Acuña Figueroa como tierra de la sandía”, recordó Ángel.
Este cultivo no solo representa una fuente de ingreso individual, sino que sostiene la economía de muchas familias campesinas de la zona, que dependen de la venta de sandías para cubrir necesidades básicas como alimentación, salud y educación.
Estrategias para resistir las heladasEl periodo de siembra de la sandía en la comunidad de Altos arranca entre fines de octubre y comienzos de noviembre, aprovechando las condiciones climáticas favorables para el desarrollo de las plantas. Sin embargo, en los últimos años, el clima se volvió muy inestable, con fríos prolongados y heladas fuera de temporada que perjudican directamente el proceso de germinación y crecimiento, mencionó Arenas.
Para enfrentar estas condiciones adversas, los productores implementan métodos caseros y tradicionales para proteger las plantas jóvenes.
“Lo que hacemos es usar vasitos de plástico para cubrir cada plantita. Es un trabajo muy delicado, porque hay que proteger una por una, y se necesita ayuda porque es cansador. Pero es la mejor forma de salvarlas antes de que crezcan y se expongan al frío”, detalló.
Además de este método artesanal, los agricultores realizan quemas controladas de materia vegetal seca en los bordes de los cultivos para generar calor y contrarrestar los efectos de las bajas temperaturas en las madrugadas más frías.
El agricultor indicó que intentó diversificar su cultivo para paliar la situación económica y optó por sembrar locote, esperando contar con una fuente adicional de ingresos mientras aguardaba el periodo de siembra de la sandía.
Pero las heladas también afectaron estos cultivos. “Las plantas se secaron, y se perdió todo”, lamentó Arenas.
Heladas generan preocupación en el campo e impactan en cultivos sensibles de la temporada
Las pérdidas ocasionadas por las heladas no solo afectan la economía familiar de los productores, sino también el dinamismo comercial de la zona, donde la producción de sandía representa uno de los motores productivos de temporada.
Una tradición productiva en riesgoLa sandía es uno de los cultivos con mayor arraigo en esta región del país, y su producción forma parte de la identidad cultural de comunidades como Acuña Figueroa. Las fiestas de fin de año y las ferias de verano en Altos, Caacupé y alrededores se caracterizan por la presencia de grandes puestos de venta de sandías provenientes de esta compañía.
Sin embargo, las condiciones climáticas cada vez más extremas y fuera de los parámetros habituales generan incertidumbre sobre la sostenibilidad de esta tradición campesina.
“El frío ahora ya no es como antes, parece que cambia todo, y eso hace más difícil poder trabajar la tierra como se hacía antes. Pero igual, nosotros seguimos, porque de esto vivimos”, puntualizó Ángel Arenas, reflejando el espíritu resiliente del agricultor paraguayo.