“Hace más de un año que estoy preocupado por el sector eléctrico y su crecimiento”, manifestó el exconsejero de la Entidad Binacional Yacyretá, Ángel María Recalde, quien agregó que las señales del sector son mixtas.

“Escuché a Félix y me quedé un poco más tranquilo... pero después aparecieron los muchachos que hablaron del colapso, preocupándonos nuevamente. Entonces mi biorritmo está realmente bastante variable en este tema”, ironizó.

Sin alarmismos exagerados, Recalde dejó clara su advertencia: “No tenemos que entrar en ese vyrorei, pero sí es importante saber que se viene mal si no hacemos las cosas. Ese es el tema principal”.

A su juicio, la instalación de paneles solares es hoy la solución más inmediata. “No hay absolutamente nada más rápido hoy que la instalación de paneles solares. En 10 meses pueden instalar 100 o 200 megavatios, sin problemas”, señaló, al tiempo que criticó la lentitud del proceso legislativo. “Sale la ley y después el decreto reglamentario tarda más que el estudio para implementar la ley. Estamos perdiendo mucho tiempo”, reiteró

Recalde planteó una estrategia por fases: a corto plazo, fotovoltaicas y las eólicas; a mediano plazo, con pequeñas hidroeléctricas y termoeléctricas si es necesario, y largo plazo con opciones como energía nuclear. “No hay crecimiento económico sin disponibilidad de energía eléctrica”, afirmó.

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Al abordar el potencial hidroeléctrico del país, Recalde recordó que Paraguay cuenta con 11.863 MW de capacidad hidráulica. Sin embargo, advirtió que este techo puede alcanzarse antes de lo previsto. “Si el crecimiento continúa al ritmo del 10% anual como en los últimos tres años, los 11.000 megavatios no van a suceder en 2043, va a suceder muchísimo antes, de acuerdo a lo que dijeron algunos, eso llegaría en el 2035”, apuntó.

La exposición también abordó el papel de la central Acaray y los proyectos asociados como Yguazú y Acaray 3. “Todo eso llevaría una potencia en torno a 500 MW para empuntar la central”, e dijo señalando la necesidad de convertirla en una central de punta.

Respecto a la situación financiera de la ANDE, el exconsejero fue tajante: “La ANDE está repitiendo pérdidas operativas. El año pasado su pérdida ya fue grande, llegó casi a 500 mil millones de guaraníes operativas. No estamos hablando de la pérdida contable”, dijo.

Cuestionó también el impacto de las tarifas a la criptominería. “Por cada megavatio hora que vendo yo voy perdiendo más. Y ese rubro es uno de los mayores consumidores hoy”, alertó, instando a una revisión de las políticas tarifarias y su sostenibilidad.

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“Aparentemente, la tarifa promedio nacional es superior a la tarifa que pagan los que están utilizando para la producción de criptomonedas. O sea que, si es que decimos que tenemos pérdida operativa, por cada megavatio hora que vendo yo voy perdiendo más”, manifestó frente al titular de la ANDE.

Sobre el atraso en las inversiones planificadas, fue categórico: “De 2.600 millones de dólares que tendría que haberse invertido, se invirtieron 1.200 millones. Hay 1.400 millones que no se invirtieron. Eso tiene su impacto”.

Finalmente, reconoció la decisión de la ANDE de dejar en manos del sector privado las inversiones en generación. “Es una definición demasiado importante. Le felicito por eso. Pero tenemos que comenzar realmente a trabajar para que eso pueda producirse”, concluyó.

Recalde cerró con un mensaje claro: la planificación sin ejecución es estéril. “No... si, tenemos que hacer’, después pasa un año y seguimos teniendo que hacer y no se hizo”.