
Con más de 300 camiones, cañicultores refuerzan la caravana rumbo a Asunción
La caravana se fortalece con las nuevas organizaciones cañeras que se acoplaron a la gran manifestación de cañicultores de la localidad de Mauricio José Troche. Se estima que actualmente existe...
La caravana se fortalece con las nuevas organizaciones cañeras que se acoplaron a la gran manifestación de cañicultores de la localidad de Mauricio José Troche. Se estima que actualmente existen más de 300 camiones y maquinaria apostados a un costado de la ruta PY02, y la situación genera una larga cola de vehículos de más de 3 kilómetros.
Cañicultores suman más adeptos a su lucha
Los cañicultores están realizando cortes intermitentes de la Ruta PY02 que duran entre 15 y 20 minutos; posteriormente, liberan la vía por lapsos de una hora hasta un nuevo bloqueo.
El vocero de los cañicultores, Antonio Paredes, dijo que hace ocho días están en la ruta PY02 y, hasta el momento, no existe ninguna respuesta del Gobierno. Comentó que más organizaciones se están sumando a la medida de fuerza y que, si no existe una respuesta de las autoridades nacionales, seguirán con la intención de llegar a Asunción. Agregó que el principal objetivo que tienen es la culminación del nuevo tren de moliendas del ingenio estatal de Troche y que seguirán aumentando la manifestación hasta que se concrete la obra.
Añadió que unas 40.000 personas dependen del rubro y que es esencial que el Gobierno tome interés en la problemática que enfrenta la empresa de Mauricio José Troche.
La construcción del nuevo tren de molienda del ingenio estatal de Mauricio José Troche fue adjudicada a la empresa Estructura Ingeniería SA (EISA), propiedad del empresario Alberto Palumbo, en diciembre de 2021. En su momento, Contrataciones Públicas corroboró incumplimientos, según documentos disponibles en su portal, por lo que se le permitió la subcontratación a la firma Ocho A.
Cañicultores suman más adeptos a su lucha
Sin embargo, según los datos oficiales, el 100% de la responsabilidad con el Estado recae sobre EISA, cuyo contrato, valuado en G. 198.704 millones, está suspendido —pero no rescindido— desde enero de 2023.
Petropar ya desembolsó G. 41.778 millones como anticipo al inicio del contrato, pero hasta hoy, la planta sigue sin estar operativa, lo que genera un creciente malestar entre los productores afectados.