
Asalto en vivero reaviva reclamos contra la creciente inseguridad en Cordillera
De acuerdo con el informe de la Dirección de Investigación de Hechos Punibles de Cordillera, el hecho se registró el 24 de septiembre, cuando Lidia Mariana Montiel Colmán, de 48 años, fue sorp...
De acuerdo con el informe de la Dirección de Investigación de Hechos Punibles de Cordillera, el hecho se registró el 24 de septiembre, cuando Lidia Mariana Montiel Colmán, de 48 años, fue sorprendida por dos hombres armados que descendieron de una motocicleta negra. Los delincuentes la encañonaron, realizaron varios disparos intimidatorios y le robaron un bolso con dinero en efectivo antes de darse a la fuga.
En su momento, los familiares esperaron un tiempo por temor y luego realizaron la denuncia. Sin embargo, ahora se muestran preocupados, ya que han pasado varios días y los delincuentes aún no han sido localizados.
Durante el procedimiento, los agentes hallaron en las inmediaciones del vivero una motocicleta Kenton GTR, de color negro, que había sido denunciada como robada días antes en la zona de Central, además de otra motocicleta Leopard EN 150-YES, color rojo, también vinculada al asalto. A pesar de estos indicios, hasta el momento no hay detenidos ni avances concretos en la investigación.
Uno de los propietarios del vivero, Elías Maidana, relató que el hecho ocurrió en cuestión de segundos y que los asaltantes actuaron con total impunidad. “Vinieron armados, dispararon sin miedo y se fueron como si nada. Podía haber pasado una desgracia. Lo peor es que hasta ahora nadie hace nada, ni la Policía ni la Fiscalía”, lamentó.
Maidana señaló que tanto él como su familia quedaron atemorizados, y que desde el asalto viven con miedo constante. “Estamos trabajando con temor. No vemos presencia policial, no se acercan a preguntar nada, y de la Fiscalía tampoco tenemos respuestas. Uno siente que está solo”, expresó con impotencia.
Caacupé: preocupan aumento de robos y casos de violencia familiar
Preocupación de vecinosVecinos del barrio Virgen del Rosario también manifestaron su indignación y preocupación. Denuncian que los hechos de robo y asalto se vuelven cada vez más frecuentes en la zona de Cabañas, camino a Atyrá y en otras ciudades de Cordillera, mientras las autoridades parecen mirar para otro lado. “Vivimos inseguros. Si no pasa una tragedia, nadie se mueve”, señaló Cinthia Martínez, una pobladora.
En redes sociales, los reclamos se multiplican. Los ciudadanos cuestionan que, pese a las reiteradas denuncias y promesas de reforzar la seguridad, las autoridades locales y departamentales no logran frenar el avance de la delincuencia. Muchos consideran que los controles se concentran solo en los accesos principales o durante eventos públicos, mientras los barrios más alejados quedan totalmente desprotegidos.
El caso quedó a cargo del Agente Fiscal de la Unidad Penal Nº 5 de Caacupé, abogado Fernando Balbuena, quien ordenó el traslado de las evidencias a la base policial y la revisión de cámaras de seguridad. Sin embargo, los pobladores insisten en que este tipo de hechos rara vez se esclarecen y exigen una respuesta real y no meras excusas por parte del Ministerio del Interior y la Policía Nacional.
En Cordillera, la sensación de inseguridad se profundiza. La falta de resultados, los patrullajes esporádicos y la débil presencia de efectivos alimentan el enojo ciudadano.
Mientras tanto, los responsables del violento asalto continúan prófugos, y la comunidad sigue esperando acciones concretas y justicia, cansada de vivir entre la impunidad y el miedo.