El paciente –una persona de la tercera edad– Saúl Salazar ingresó en el Hospital Regional de esta comunidad el pasado miércoles en horas de la mañana, aquejado de fuertes dolores estomacales. Los médicos que le trataron le diagnosticaron posible síntomas de apendicitis, por lo que debía entrar en cirugía y ante la carencia de médico anestesista se resolvió evacuarlo hasta el Hospital Nacional de Itauguá, según lo manifestado por Alberto Suárez, sobrino del abuelito.

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“Me dijeron en el hospital que mi tío debía ser llevado hasta otro nosocomio, ya que en estos momentos el único médico anestesista que trabaja en este sitio se encuentra de vacaciones, por lo que una eventual cirugía al paciente sería imposible”, dijo el sobrino.

La ambulancia que llevaba al enfermo tuvo que sortear unos 140 kilómetros de caminos de tierra en malas condiciones luego de las lluvias que se registraron en la zona, para después poder subir sobre el camino asfaltado y así completar los casi 800 kilómetros para llegar al destino final.

Finalmente, el abuelito pudo llegar en buenas condiciones, y aunque inicialmente los médicos del Hospital Nacional, descartaron que se trate de un caso de apendicitis, sin embargo, y debido al dolor de estómago que continuaba aquejando al hombre, finalmente decidieron llevarlo a cirugía en la noche del jueves, pero extrañamente no le encontraron el apéndice, siempre en base a lo manifestado por el sobrino del enfermo.

Don Saúl, más conocido como Don Chiquitín, recientemente cumplió 90 años de edad y es muy apreciado por toda la comunidad sobre todo por la fortaleza física que siempre le caracteriza. El hombre goza de una envidiable salud y de forma diaria realiza largas caminatas recorriendo todo el pueblo; se encuentra en proceso de recuperación y se espera que pueda regresar muy pronto a su pueblo natal.

Desde el hospital en Fuerte Olimpo, la Dra. Patricia Ferreira, encargada en ausencia precisamente del médico anestesista que funge como director, mencionó que la evacuación del paciente se debió más bien a que debía ser evaluado en un centro de mayor complejidad, atendiendo que se trataba de un adulto mayor. Si bien no descartó la ausencia temporal del anestesista, dijo que la avanzada edad del abuelito fue lo que primó para el traslado.

Esta situación de ausencia del único anestesista que trabaja en el hospital denota la enorme necesidad de que el Ministerio de Salud se decida a contratar a más médicos especialistas, para lo cual deben incentivar la venida de los mismos ofreciendo un buen salario.

En el 2021, en uno de los casos más recientes de similares características a lo acontecido con este abuelito, afectó a una mujer embarazada que tuvo que lamentar la muerte de su bebé dentro de su vientre, debido a que no le pudieron realizar en el hospital una cesárea por ausencia precisamente del anestesista, que coincidentemente estaba también de vacaciones.

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Se comprende que el funcionario debe gozar de estos beneficios, como ser los descansos por los días de vacaciones, razón por la cual esto no se trata de ninguna irresponsabilidad de los profesionales de blanco que trabajan en este nosocomio, sino más bien la falta de sensibilidad de las autoridades, que no buscan la manera de conseguir la venida de los médicos especialistas a la zona.