“Entendemos que la represa Yacyretá es un perjuicio enorme para todos nosotros; hablo del sistema socioambiental, entre otros sentidos. A partir de 1982, los presidentes de turno firmaron un acuerdo donde se iba a respetar el canal de navegación. A raíz de la construcción de la hidroeléctrica, ocurrió que tierras argentinas quedaron rodeadas de aguas paraguayas; desde ahí vienen todos los inconvenientes”, dijo Figueredo.

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En otro momento, sostuvo que en la República Argentina cuentan con una ley vigente que establece que la pesca es con devolución. Los pescadores y pobladores locales tienen permitidas una o dos piezas para consumo, pero no para comercializar. “Suponemos que en Paraguay está permitida la pesca comercial, entonces los trabajadores del sector pesquero ingresan a la zona de reserva de Yacyretá para hacer todo tipo de depredación que uno se pueda imaginar”, resaltó.

Esta situación les afecta en el rubro turístico. El turista que llega hasta la citada isla hace pesca con devolución, dado que la Prefectura Argentina se encarga de controlar que nadie lleve algún ejemplar, pero con el pescador de Paraguay no pasa lo mismo, según dio a atender. “El problema está en el ingreso de los pescadores furtivos a la zona de reserva donde está totalmente prohibida la pesca en embarcación”, resaltó.

En otro momento, indicó que la mayor responsable de esta situación es la EBY, encargada de financiar la logística a la Armada Paraguaya para controlar a los pescadores furtivos que ingresan hasta cerca de las compuertas de la represa. “Solo pedimos a los directivos de la Entidad Binacional Yacyretá el cumplimiento de la ley de la Reserva para que nadie ingrese a pescar”, apuntó.

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Un medio periodístico de Corrientes (Argentina) indicó que el episodio vivido en zona de Isla Marco, y que fue denunciado por el gobernador Gustavo Valdez, consistió en un operativo contra la pesca ilegal y la respuesta preventiva a una “agresión de civiles”.

De acuerdo a la información, el jueves pasado, una patrulla de la Prefectura Ituzaingó (Corrientes, Argentina) visualizó embarcaciones ubicadas en la costa, a la altura del km 1.447 del río Paraná de la zona denominada Isla Marco. Durante el procedimiento se procedió al secuestro de una embarcación paraguaya (tripulada por dos personas), con motor y artes de pesca prohibidas, con dos ciudadanos infractores.

Durante el repliegue y navegando por aguas paraguayas, embarcaciones de pesca agredieron con piedras y maniobras peligrosas a los efectivos, por cuanto se repelió la acción con disparos de escopeta policial (munición de estruendo y antitumultos) de forma controlada, solicitando a su vez apoyo a la Armada del vecino país, concurriendo dos embarcaciones, pero que no tuvieron intervención.

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