Aparentemente el obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, tenía una habilidad oculta pero que aún no desapareció pese a que ya no es futbolista, esto conforme lo demostró el religioso durante una jornada de visita pastoral en Piribebuy donde compartió con la comunidad y también recorrió varios clubes deportivos.

En estos clubes Valenzuela compartió con los niños y en el club Capitán Cristaldo tuvo un reencuentro con una pelota en cancha para demostrar todos cómo chutar un buen penal, incluso sin la indumentaria para el deporte.

Según comentó, él llegó a ser futbolista del club General Díaz y este momento le recordó a su infancia como también la pasión que tiene por este deporte.

No solo en el deporte Valenzuela pudo demostrar sus habilidades, ya que en la escuela de Poncho Para’i de 60 listas ingresó al sector de producción y ahí pudo conocer los procesos de confección de este poncho que ya es reconocido como patrimonio cultural inmaterial por la Organización de las Naciones Unidas (Unesco).

Monseñor Valenzuela instó a la población a fortalecer la fe y los buenos valores