
Una necesidad fisiológica convertida en infracción
Es casi “normal” ver, especialmente a hombres, haciendo sus necesidad...
Es casi “normal” ver, especialmente a hombres, haciendo sus necesidades fisiológicas en veredas, recostados por alguna muralla, al costado de la ruta o recostado por algún árbol y si bien existe una ordenanza municipal en Asunción que lo prohíbe, es letra muerta; mientras en otras ciudades ni siquiera existe un ordenamiento al respecto.
La ordenanza municipal de la capital, que no se cumple o al menos no tiene precedentes de multa alguna, es la 5/11 que en su artículo 8 prohíbe la realización de necesidades fisiológicas en sitios no sanitarios y en caso de no cumplirlas la multa va entre 10 y 300 jornales.
La multa en guaraníesLa multa iría entre los G. 980.890 y G. 29.426.700 según el jornal mínimo vigente en nuestro país que es de G. 98.089, teniendo en cuenta que el salario mínimo es G. 2.550.307.
Sin embargo, para que la multa se pueda ejecutar, se debe encontrar a la persona en flagrancia, o sea, haciendo sus necesidades fisiológicas en lugares no sanitarios para que pueda ser multado.
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¿Existe alguna razón por la que el hombre no pueda retener las cuestiones fisiológicas?El 99 por ciento de los casos de personas que se ve en las calles haciendo sus necesidades fisiológicas en lugares no sanitarios, son hombres, es por eso que surge la pregunta: ¿por qué los hombres “aguantan” menos que las mujeres?.
El médico urólogo Gustavo Codas explico que el hombre “puede aguantar tanto como la mujer”, que se trata de una cuestión cultural el que muchos hombres orinen en las calles, veredas u otros lugares públicos.
“No hay nada médico que pueda justificar” manifestó el profesional de la salud, agregando que la excepción podría ser una persona de entre 80 y 90 años, ya sea hombre o mujer, con algún tipo de incontinencia, pero que no justifica hacerlo en donde no corresponde.
Fuente: https://www.abc.com.py/nacionales/2023/03/15/una-necesidad-fisiologica-convertida-en-infraccion/