Se conoce como trastorno de conducta a un conjunto de comportamientos antisociales que se manifiestan en la infancia o adolescencia, que tienen relación a una variedad de problemas conductuales y emocionales. A veces, está acompañado por otros trastornos, como el déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno bipolar.

La conducta infantil en el aula

Según el licenciado Francisco Pérez, psicólogo del Centro de Especialidades de Salud Integral (CESI) del Instituto de Previsión Social (IPS), los trastornos de conducta en la infancia representan actualmente un desafío significativo que afecta a niños, familias y entornos educativos. Indicó que este conjunto de problemáticas incluye diagnósticos como el trastorno por déficit de atención (TDAH) y trastorno negativista desafiante (TND).

“Se caracteriza por dificultades en el manejo y la regulación de las emociones, así como en el control de impulsos. Estos niños, a menudo catalogados como “externalizadores”, presentan impulsividad y conductas agresivas que impactan negativamente sus relaciones interpersonales y su aprendizaje”, explicó.

Trastorno por Déficit de Atención: criterios diagnósticos

El especialista indicó que para un diagnóstico preciso, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, establece criterios específicos para los trastornos de conducta más comunes en la infancia.

En el caso del Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH), indica el psicólogo que este se caracteriza por un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad, que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo.

Trastornos destructivos del control de los impulsos y de la conducta (2)

Entre las señales a tener cuenta se cita la inatención:

No prestan atención suficiente a los detalles o cometen errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades.Tienen dificultades para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.Parecen no escuchar cuando se le habla directamente.No siguen instrucciones y no finalizan las tareas escolares, los encargos o los deberes en el lugar de trabajo.Tienen dificultades para organizar tareas y actividades.Evitan, les disgusta o se muestran reacio a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.Pierden cosas necesarias para tareas o actividades.Se distraen con facilidad por estímulos externos.Olvidan las actividades cotidianas.Trastornos Negativista Desafiante: señales a tener en cuenta

En relación al Trastorno Negativista Desafiante (TND), el especialista explica que se caracteriza por un patrón de humor irritable/enfadado, comportamiento desafiante/discutidor o vengativo que dura al menos 6 meses.

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Este trastorno se manifiesta por al menos cuatro síntomas de cualquiera de las siguientes categorías y se experimenta con al menos una persona que no sea un hermano:

Humor irritable/enfadado: A menudo pierde la calma.A menudo está susceptible o se molesta con facilidad.A menudo está enfadado y resentido.Comportamiento desafiante/discutidor: A menudo discute con la autoridad o con los adultos.A menudo desafía activamente o rehúsa satisfacer las peticiones de las figuras de autoridad o las normas.A menudo molesta a los demás deliberadamente.A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.Trastorno de Conducta y las señales de alerta

En cuanto al trastorno de conducta, explica el profesional en psicología que se trata de un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos básicos de los otros como las normas o reglas sociales importantes propias de la edad.

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Pérez resalta que si se manifiesta la presencia de al menos tres de los criterios siguientes durante los últimos 12 meses y, por lo menos uno de ellos durante los últimos 6 meses, es de alerta:

Agresión a personas y animales.A menudo acosa, amenaza o intimida a otros.A menudo inicia peleas físicas.Ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras personas (por ejemplo, un palo, un ladrillo, una botella rota, un cuchillo, una pistola).Ha sido cruel físicamente con personas.Ha sido cruel físicamente con animales.Ha robado enfrentándose a una víctima.Ha forzado a alguien a una actividad sexual.

“El trabajo con niños que presentan trastornos de conducta es un camino desafiante. La combinación de un diagnóstico preciso, el entendimiento de la etiología multifactorial y la implementación consistente de estrategias basadas en la evidencia -tanto en el hogar como en la escuela- son claves para fomentar el desarrollo de habilidades de autocontrol, regulación emocional y resolución de problemas, permitiendo a estos niños alcanzar su máximo potencial”, puntualizó el psicólogo.

El especialista recordó que es fundamental cuidar la salud mental de niños y adolescentes y, que para recibir un diagnostico y tratamiento se debe acudir hasta el CESI para una consulta, ubicado en Santísimo Sacramento casi Genaro Romero, Bloque 4 del área de consultas infanto-juveniles y adultos.