El gol salvó al partido

Un espectáculo deslucido en su primer tiempo, solo para no calificarlo de soporífero. Y no se podía culpar al intenso calor, porque se tuvo una temperatura más “amigable”, con relación a los días anteriores.

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Algo más de juego de Nacional, “100 gramos” para graficar, pero suficiente para generar tres ocasiones interesantes, con los mismos protagonistas. Gaona Lugo como asistente y Diego Duarte en la finalización.

En la primera acción, el cabezazo de DD fue justo en la ubicación del portero Aldo Bareiro. En la segunda, el atacante no pudo dar la dirección correcta al balón, mientras que en la tercera, cerca del descanso, fue un zurdazo que infló la red del arco sur, pero la maniobra fue anulada por falta del “platinado” GL sobre Domínguez.

La propuesta ofensiva de Tacuary fue prácticamente nula. Un equipo que priorizó el orden defensivo, dedicándose a cortar los circuitos creativos del rival. La misión era mantener su portería en cero y la logró. Tampoco es que la Academia le haya cascoteado su rancho ni nada el estilo. Todo se hacía a ritmo lento.

La etapa complementaria tuvo el mismo desarrollo, con un elenco tricolor que fue el que se animó más, tuvo una actitud ofensiva, hasta que el Buque se dio cuenta que con un poco de decisión podía lograr algo más que el empate, avisó con un testazo de Cáceres y luego aplicó el golpazo tras un tiro de esquina de Camacho, la conexión aérea de Pablo Espinoza y la floja respuesta de Antony Silva, que debería bañarse con agua bendita, porque tiene una mala suerte tremenda.

El resultado parece ser demasiado premio para el “Tacua”, que obtuvo su segundo triunfo al hilo de la mano de Aldo Bobadilla, y un castigo para Nacional, que cerró el duelo con números favorables en cuanto a los datos estadísticos, pero se quedó con las manos vacías.

La eliminación de la Libertadores y la pobre campaña en el torneo Apertura (cinco puntos de 27 posibles) dejan a Juan Pablo Pumpido (41) en la cuerda floja en Nacional.

Las autoridades académicas se reunirán para analizar el preocupante presente que ubica al tradicional club capitalino en el último puesto.

“El partido fue de dominio nuestro. En el torneo local jugamos mal, perdemos; jugamos bien, perdemos. Es una situación rara. Hay que analizar lo que viene en adelante”, declaró el profesional argentino.

“Es difícil encontrar explicación”, dijo Pumpido con relación a la forma en la que encaran el certamen internacional con determinación (se viene la Sudamericana) y el torneo local, con menos fuerza.

Pablo Espinoza (35), hermano del liberteño Matías Espinoza, integrante de la selección nacional, se convirtió en el inesperado héroe del Buque al marcar el tanto de la victoria. “Feliz por sumar los tres puntos. Necesitamos hilar victorias y se nos está dando”, indicó entre otras cosas el mediocampista.