Padres, docentes y la supervisión de la ciudad de San Antonio decidieron suspender las clases en la escuela y colegio San Agustín del barrio Cerrito porque gran parte de la institución quedó dañada por fuego provocado por adictos a las drogas.

Los drogadictos ingresaron el fin de semana a la casa de estudios y prendieron fuego a las cortinas de unas 12 aulas. Las llamas consumieron sillas pedagógicas y armarios de la institución.

Los inadaptados sociales rompieron los vidrios de los balancines de las ventanas y destruyeron los fluorescentes. El fuego además afectó el maderamen del techo, acondicionadores de aire y la parte eléctrica.

Al menos unas setenta sillas con pupitres fueron consumidas por las llamas, por lo que los responsables de la escuela y colegio decidieron suspender las actividades escolares por esta semana y buscar los recursos para reacondicionar todo para el reinicio de las clases.

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“La institución no está en condiciones de recibir a los alumnos porque casi todas las aulas fueron afectadas por los inadaptados, que rompieron los vidrios, quemaron las sillas, las cortinas y armarios que contenían documentos de la institución”, expresó la directora de la escuela y colegio del sector diurno, María Elsa Díaz.

La docente indicó que la zona es considerada “roja” por la gran cantidad de adictos a las drogas, que habrían ingresado para robar algún objeto de valor. Como no pudieron violentar las puertas prendieron fuego a las cortinas de las aulas, dijo.

Los adictos ingresaron a dos salas y quemaron sillas y otros muebles. Además, marcaron la pizarra con pintura roja, dando señal clara de que están marcando territorio, tomando en cuenta que los padres y vecinos están en pie de guerra contra ellos.

“La marca roja es señal de guerra y de sangre. Nuestra es zona está minada de adictos y microtraficantes y necesitamos el apoyo de la Policía para poder combatir este flagelo que está matando a los jovenes”, expresó uno de los padres, cuyo nombre omitimos por protección.

La casa de estudios solo cuenta con cercado de tejido y los adictos rompieron en el fondo del predio, donde no existen vecinos e ingresaron con fines desconocidos. Este fin de semana último causaron serios daños a la humilde institución, añadió.

Los padres solicitaron en varias ocasiones a la municipalidad la construcción de muralla para resguardar la institución, tomando en cuenta que no cuentan con recursos para contratar sereno, pero hasta la fecha no tuvieron respuesta, según explicaron.

El supervisor de la zona, Blas Franco, verificó los daños en el local educativo y respaldó las decisión de suspender las clases por esta semana, debido a que no están dadas las condiciones para recibir a los estudiantes.

“Se suspenden las clases por esta semana y estamos elevando el informe al Ministerio de Educación sobre lo ocurrido. Hemos solicitado a la municipalidad, en forma urgente, unas 70 sillas con pupitres para que podamos reiniciar las clases”, expresó el supervisor.

Igualmente se aguarda la ayuda del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para la reparación de las salas afectadas y de la parte eléctrica, dijo Franco.