Según los datos, los agentes policiales recibieron una denuncia de que el establecimiento estaba siendo utilizado para la prostitución, incluso con menores de edad.

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Al llegar en el burdel, los intervinientes encontraron a cinco paraguayas, una de ellas de apenas 13 años de edad, quien presentó una cédula de identidad con fotografía de otra persona de 23 años, según la Policía.

Los agentes al percatarse de que la fotografía sería de otra persona, comenzaron a interrogarla hasta que terminó confesando que el documento era de otra persona.

La dueña del prostíbulo, una brasileña de 26 años, fue detenida, mientras que la menor fue trasladada a la oficina del Consejo Tutelar para activar el protocolo establecido en estos casos.

La supuesta proxeneta será sometida a un proceso judicial y se expone a una pena privativa de libertad de 5 a 12 años, por corrupción de menores, adelantaron los intervinientes.

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Por otro lado, las compatriotas mayores de edad fueron liberadas al contar con los documentos migratorios en regla.

Las autoridades brasileñas contactaron con la madre de la niña y prometió que iría al país vecino a recogerla.