Según testigos, el supuesto autor del brutal asesinato fue Vicente Irala Báez (33) un travesti conocido Pichina, con varios antecedentes, domiciliado en el barrio Zeballos Cué, pero que tiene su parada en el lugar donde se registró el crimen.

Varios testigos coincidieron en relatar a los investigadores que poco antes de las 04:00, Pichina estaba en su esquina cuando llegó hasta el lugar el hombre conocido con el apodo de Rubio, quien aparentemente estaba bajo los efectos del alcohol u otras sustancias prohibidas.

Homicidio en un inquilinato

Ambos comenzaron una conversación que rápidamente se convirtió en una discusión por el estado en que los dos se encontraban.

Pese a las advertencias, Rubi+o seguía acosando al trabador sexual, hasta que finalmente Pichina desenvainó un oxidado puñal que portaba en la cintura y encajó una certera puñalada en el pecho, lado izquierdo a la víctima, quien dio un par de pasos hacia a tras y cayó muerto sobre el pavimento. Pichina guardo el arma y escapó del lugar.