El inicio de clases en el Alto Paraná estuvo marcado por aulas en mal estado, falta de sillas, rubros y otras precariedades. En la escuela Niño Salvador de Ciudad del Este, el nivel inicial ni siquiera pudo iniciar las clases.

La escuela Niño Salvador está ubicada en el barrio Boquerón II de la capital del Alto Paraná y alberga a un total de 200 alumnos, desde el jardín de infantes hasta el noveno grado. Como está en una zona sensible en términos de inseguridad, la muralla es muy necesaria.

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Hace 15 días inició la construcción del cercado perimetral a cargo de la empresa Aria Servicios, que había sido adjudicada por la Gobernación de Alto Paraná, administrada por César Torres (ANR). El monto adjudicado es de G. 209.272.000 y el representante de la firma es Mario Rubén Infrán Aquino.

El contrato con la empresa se firmó el 3 de diciembre del año pasado, pero la obra comenzó hace unos 15 días, según datos proveídos por la comunidad educativa.

Margarita González Aguilar, encargada de despacho de la institución, explicó que actualmente hay enormes hoyos excavados para los pilares de la muralla, lo que representa un peligro para los niños pequeños. Además, la institución está ubicada sobre una concurrida calle donde los vehículos circulan a alta velocidad, lo que también supone un riesgo para los alumnos.

“Necesitamos que se termine para que la escuela esté segura. Los de nivel inicial aún no comenzaron las clases por esta situación”, expresó.

Al igual que muchas instituciones, la escuela Niño Salvador no cuenta con cocina ni comedor. Para la entrega del almuerzo del programa Hambre Cero, se tuvo que usar una sala de clases y la biblioteca para improvisar un espacio adecuado tanto para preparar los alimentos como para servir a los niños.