El caso fue reportado ayer a la Subcomisaría 3ª del barrio Santa Ana a través de una llamada telefónica realizada por el médico de guardia del Hospital Regional, Ever León González.

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Los agentes policiales acudieron al lugar donde el médico informó que un niño de apenas 4 años fue ingresado el miércoles con una herida de bala provocada por un rifle. Explicó que el niño se encuentra estable y que aguarda algunos estudios para ser sometido a una cirugía.

Posteriormente, conversaron con un hombre de 49 años, abuelo del menor, quien explicó que el miércoles a las 16:30 tomó su rifle de aire comprimido calibre 5.5 y se fue a su chacra para cazar palomas.

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Minutos después, regresó a la casa y dejó el arma imprudentemente en la sala, donde su nieto y una niña estaban jugando. Además, olvidó de retirar una bala del tubo cañón antes de dirigirse a la cocina.

Acto seguido, escuchó un disparo y al regresar a la sala encontró a su nieto ensangrentado, herido por un disparo accidental efectuado por su compañerita de juego.

El herido fue auxiliado y trasladado en un vehículo particular hasta el Hospital Regional, donde permanece internado.