
Misión cumplida, el capitán Cabral, regresa a su base luego de la asistencia humanitaria en Alto Paraguay
El largo aislamiento que afectó al Alto Paraguay, el buque cumplió una importantísima labor humanitaria, logrando evitar el desabastecimiento en los hogares y comercios de numerosas poblaciones....
El largo aislamiento que afectó al Alto Paraguay, el buque cumplió una importantísima labor humanitaria, logrando evitar el desabastecimiento en los hogares y comercios de numerosas poblaciones.
Este miércoles, la embarcación partió del puerto de Fuerte Olimpo rumbo a la capital del país, donde debe atracar este fin de semana. Según el comandante de la embarcación, capitán Rodrigo Galeano, en cuatro meses de labor humanitaria se logró navegar casi 9.000 kilómetros para transportar a unos 2.600 pasajeros, pobladores de las comunidades aisladas del Alto Paraguay.
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El buque cumplió en todo este tiempo una importantísima labor, teniendo como itinerario de viaje la zona comprendida entre Carmelo Peralta y Bahía Negra, en viajes de ida y vuelta de manera semanal. Además, tenía incorporada una pequeña barcaza, en la cual logró transportar 127.000 litros de combustible para los generadores de la ANDE en la zona, y 457.000 kilos de mercaderías varias.
AnécdotasEn todo este tiempo de navegación y transporte de numerosas personas la mayoría de condición humilde, como los indígenas, reconforta sobremanera, dijo el capitán de la embarcación, atendiendo la inmensa necesidad social que se puede percibir en la región.
El militar comentó que fueron varias las anécdotas vividas en estos cuatro meses, pero una de ellas es la que más recuerda, por lo difícil que se presentó al inicio y que luego pasó a ser jocosa.
Sucedió en la comunidad de Esperanza, en el distrito de Bahía Negra, donde viven familias del pueblo Ishir o Chamacoco. Allí subieron unos 25 pasajeros a bordo. Entre estas personas se encontraba una mujer adulta que se quejaba de fuertes dolores estomacales. Como la situación ya era preocupante, fue inspeccionada y tratada por el enfermero de a bordo. Parecía tratarse de un caso de cólico, pero en un momento dado la mujer se desvaneció, lo que aceleró las atenciones médicas.
Las demás personas que acompañaban a la paciente, creyendo que la misma había fallecido, procedieron a rodear el cuerpo y realizar cantos ancestrales propios de su comunidad, mientras nosotros nos comunicábamos con el hospital de Fuerte Olimpo, hasta donde fue llevada en una embarcación pequeña.
Desde ese nosocomio fue evacuada hasta el Hospital Regional de Concepción, donde finalmente fue intervenida por cálculos en la vesícula, logrando salvar su vida, para felicidad de sus familiares y, por supuesto, de los tripulantes del Capitán Cabral.
Muchas graciasEl capitán Galeano dijo sentirse reconfortado con toda la tripulación, ya que de forma constante recibieron, en todo este tiempo de asistencia, "el cariño de la gente de esta parte del país, quienes hacían todo lo posible para demostrar un agradecimiento sincero, que para nosotros vale mucho", dijo el uniformado.
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El recibir un “muchas gracias, capitán”, o un “muchas gracias, suboficial”, luego de bajar de la embarcación, o simplemente por el hecho de recibir un plato de alimento ya que este tipo de servicio también se brindaba dentro de la embarcación, “para nosotros era la paga más perfecta”, alegó el marino.
En medio de la pobreza en la que viven muchas personas, sobre todo de las comunidades indígenas, “nos ofrecían como obsequio productos artesanales elaborados por ellos, o nos convidaban con miel silvestre, gestos que para nosotros representan muchísimo”, refirió.
Realmente, la labor cumplida en todo este tiempo por esta embarcación de la Marina es importante, atendiendo que logró evitar el desabastecimiento de alimentos en las comunidades aisladas del Alto Paraguay, especialmente en el distrito de Bahía Negra.