En conversación con ABC Color, Eduardo Escobar, viceministro de Protección Integral del Ministerio de la Niñez y Adolescencia, habló del reclutamiento de menores de edad por parte de grupos criminales en Asunción y los trabajos que se realizan para rescatar a niños como esos de entornos conflictivos y de la adicción a las drogas.

El aumento de la violencia relacionada a pandillas en algunas zonas de Asunción como el barrio Ricardo Brugada –también conocido como Chacarita– puso en destaque que estos grupos frecuentemente reclutan como miembros a menores de edad de esas zonas vulnerables y los utilizan para cometer delitos como asaltos o tráfico de estupefacientes, sustancias de las que muchos de estos jóvenes se vuelven adictos.

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El viceministro Escobar citó como ejemplo el caso de un niño de 10 años que se volvió adicto debido a que su padre era traficante y, por lo tanto, el menor tenía acceso a drogas en su entorno familiar.

Muchos de estos menores acaban siendo separados de sus familias nucleares y son puestos bajo cuidado de su familia ampliada o, si no existen garantías de su protección con familiares, en hogares de abrigo.

“Trabajamos con la Policía Nacional y el Ministerio Público para separar a los chicos, hacer un trabajo de recobrar los valores con ellos y luego ver si hay posibilidad de revinculación con la familia nuclear o ampliada”, dijo el viceministro.

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En caso de los menores con adicciones, estos suelen ser internados en el Centro Nacional de Control de Adicciones para su desintoxicación antes de ir a centros de rehabilitación del Ministerio de la Niñez.