Una importante cantidad de fieles de la Virgen de María Auxiliadora se congregó este domingo frente al santuario de la que es considerada la segunda advocación mariana más importante de la República, para celebrar el cierre del mes dedicado a ella.

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La Santa Misa estuvo a cargo del arzobispo emérito de Asunción, Edmundo Valenzuela, junto a sacerdotes de la congregación salesiana en Paraguay.

La homilía estuvo a cargo del padre Francisco Miranda director de la Comunidad Religiosa de San Juan Bosco en Paraguay, quien llamó a los fieles a “estar en guardia contra un espiritualismo que se queda mirando al cielo, sin comprometerse con la transformación de nuestra sociedad”.

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El sacerdote invitó a los fieles a comprometer la vida en contra de aquellos valores que atentan contra la dignidad de las personas, como “la corrupción que roba los sueños, la esperanza de las familias, especialmente de nuestros niños y jóvenes”.

“Nuestra sociedad hoy tiene necesidad de ciudadanos más honestos, en lo privado, en lo público, en lo pequeño y en lo grande, en el mundo del trabajo y al interior de la familia. La bondad y la justicia dan dignidad y valor a las personas. Ayudemos a nuestros niños y jóvenes a vivir el ideal de Don Bosco de llegar a ser honestos ciudadanos, buenos cristianos. No basta con que lleguen a ser buenos profesionales, si después son deshonestos, mentirosos y egoístas” dijo.

Concluida la celebración eucarística, la multitud, encabezada por estudiantes de los centros educativos salesianos marcharon en torno al santuario con cánticos y alabanzas, acompañando a la imagen de María Auxiliadora, a quien celebraron con un espectáculo de fuegos artificiales que dieron cierre al mes dedicado a la Virgen.