Josías Valiente acababa de terminar el sexto grado. Estaba muy entusiasmado por participar de su acto de colación y por descubrir cómo sería pasar de la escuela al colegio.

Era un fanático cerrista. De hecho, sus padres Virgilio y Blanca le habían prometido que lo dejarían ir a un partido de Cerro Porteño si pasaba de grado.

Esa promesa fue cumplida el domingo 26 de noviembre de 2006, cuando Josías, una tía y unos primos también niños fueron a la Olla para el partido contra Sportivo Luqueño, justo en el que el Ciclón recibió el trofeo de campeón del torneo Clausura, que lo ganó invicto.

Todo fue alegría. Josías disfrutó aquel partido de su querido Cerro como si fuera el último de su vida. Literal y desgraciadamente, así fue.

El pequeño fue asesinado media hora después de que terminara el encuentro deportivo, cuando estaba caminando hacia su casa con su tía y sus primos, en 20ª Proyectada y Parapití, aún en barrio Obrero de Asunción, a solo 15 cuadras del estadio.

Cómo ocurrió el hecho

En medio de las bromas que se hacían con sus primos, Josías tropezó contra uno de los postes de los dos teléfonos públicos de Copaco que estaban instalados en la vereda del vecino más repudiado de la zona, Leoncio Piatti.

Este era un conflictivo personaje que evidentemente estaba mal de la cabeza. Aún así, llegó a ser candidato a senador, dirigente cooperativista, activista en comisiones de seguridad ciudadana y hombre de confianza del entonces ministro del Interior, Rogelio Benítez, así como uno de los más fervientes seguidores del presidente de la República de ese momento, Nicanor Duarte Frutos.

Deliraba con que era agente representante de la CIA y el FBI de Estados Unidos y que era un experto en manejo de armas.

Era un asiduo llamador de radios. Participaba en casi todos los programas de AM. Lo conocían en todas las emisoras.

Piatti vivía en una especie de búnker, pero precario, porque decía que sus enemigos lo querían matar.

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Tan mal estaba Piatti que aquella tarde asumió que el tropezón del niño Josías representaba una amenaza, por lo que desde su puerta le disparó en la cabeza con un revólver calibre 38 caño largo.

El ataque, obviamente, carecía de fundamento racional. Fue simplemente un acto innecesario y además cobarde, ya que el dueño de casa posteriormente intentó romper el tubo del teléfono público como para después alegar que disparó contra el pequeño porque este había destruido un bien público.

Sacado de la casa en un carro hidrante

Esa noche, Piatti tuvo que ser sacado de su casa en un carro hidrante de la Policía, ya que una turba quiso lincharlo. Su casa casi fue quemada. La furia de la gente duró varios días. La Policía tuvo que resguarar el domicilio por mucho tiempo.

El 18 de febrero de 2009, más de dos años después de la muerte de Josías, Piatti fue condenado a 25 años de cárcel.

Cumplió poco más de nueve años de su condena, ya que falleció el 27 de enero de 2016, cuando estaba recluido en la penitenciaría nacional de Tacumbú.

La historia completa, con testimonios de protagonistas del caso, será emitida hoy a las 20:00 en el programa Expediente Abierto, del canal ABC TV.