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Itauguá también se posiciona como tierra de frutillas: lo que pocos saben de este cultivo exigente y delicado

Edelmiro Cabañas productor local, relató que, actualmente existen unas 350 hectáreas de frutillares distribuidas en propiedades asentadas a lo largo de la ruta Areguá-San Bernardino, en sentido...

Edelmiro Cabañas productor local, relató que, actualmente existen unas 350 hectáreas de frutillares distribuidas en propiedades asentadas a lo largo de la ruta Areguá-San Bernardino, en sentido capital-interior, antes de llegar a la compañía Patiño.

El productor de Estanzuela explicó que uno de los factores que favorece a esta zona es el microclima generado por el lago Ypacaraí, que rodea la comunidad y contribuye a obtener una excelente producción de frutillas durante los meses más frescos.

“El clima que se da acá es ideal para las frutillas. Eso nos permite tener una fruta de buena calidad, aunque igual hay que luchar contra las heladas, aves e insectos”, resaltó .

Variedades y desafíos de la producción

En territorio paraguayo se cultivan diversas variedades, siendo las más conocidas la Sucharli y la Dober, cada una con características particulares en cuanto a tamaño, color y dulzura.

Más allá de las variedades, los desafíos para mantener estas plantaciones son numerosos. Además de las heladas invernales, los productores deben proteger sus cultivos de aves e insectos que constantemente atacan las frutas maduras. Esto convierte a la frutilla en una de las producciones más costosas y delicadas del país.

¿Por qué varían los precios?

Estas complejidades explican las variaciones de precio en el mercado. Desde los gastos en plantines, fertilizantes, sistemas de protección y mano de obra, hasta el riesgo constante que se debe tener en cuenta para no perder cosechas por cuestiones climáticas, todo influye en el costo final de la fruta.

La plantación se realiza entre marzo y mayo, mientras que la cosecha se extiende de julio a septiembre, dependiendo de las condiciones climáticas.

Itauguá, tierra de ñandutí y también de frutillas: cómo llegar y qué encontrar

Aunque es reconocida como la ciudad del ñandutí, Itauguá guarda otro tesoro que son sus plantaciones de frutillas.

En la compañía Estanzuela, ubicada a pocos kilómetros del casco urbano, ya se pueden observar las fincas y casillas en donde se ofrece esta fruta delicada y de alta demanda en temporada.

¿Cómo llegar?

Itauguá se encuentra a 30 kilómetros de Asunción, sobre la Ruta PY02. Desde la capital se puede llegar en vehículo particular en 40 minutos, o en transporte público a través de varias líneas de colectivos interurbanos.

Para visitar las plantaciones de frutillas, se debe tomar la ruta que conecta Areguá con San Bernardino, y antes de llegar a la compañía Patiño, ingresar por los caminos vecinales señalizados que conducen a Estanzuela.

¿Qué se puede hacer?

Durante los meses de julio a septiembre, las fincas abren sus portones para recibir a visitantes que pueden:

- Recorrer los cultivos

- Cosechar sus propias frutillas

- Comprar la fruta recién cosechada por peso

- Disfrutar de postres artesanales preparados con la producción local

Los precios abarcan desde 70.000 guaraníes por kilo, variando según el tamaño, variedad y la finca.

Así, Itauguá se posiciona como otro destino para los amantes de las frutillas, sumando a su ya tradicional identidad cultural una nueva propuesta agro-turística.

Fuente: https://www.abc.com.py/nacionales/2025/07/06/itaugua-tambien-se-posiciona-como-tierra-de-frutillas-lo-que-pocos-saben-de-este-cultivo-exigente-y-delicado/

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