
Inflación de alimentos golpea con más fuerza a países de ingreso bajo
Las de ingreso mediano bajo tienen un INB per cápita de entre 1.146 y 4.515 dólares, mientras que las de ingreso mediano alto se ubican entre 4.516 y 14.005 dólares. Finalmente se considera que ...
Las de ingreso mediano bajo tienen un INB per cápita de entre 1.146 y 4.515 dólares, mientras que las de ingreso mediano alto se ubican entre 4.516 y 14.005 dólares. Finalmente se considera que una economía es de ingreso alto cuando su INB per cápita supera los 14.005 dólares.
La inflación de los precios de los alimentos sigue siendo elevada en gran parte del mundo, afectando especialmente a los países de ingreso bajo y de ingreso mediano bajo. Entre febrero y mayo de 2025 el 76,5% de los países de ingreso bajo reportaron una inflación alimentaria superior al 5%, una reducción de 11 puntos porcentuales respecto a la actualización del 16 de mayo. En los países de ingreso mediano bajo el porcentaje se ubicó en 54,5%, con un incremento de 4,5 puntos. En tanto, en los países de ingreso mediano alto la proporción fue del 45% (2 puntos menos) y en los países de ingreso alto, del 14,5% (4 puntos menos). En términos reales, en el 60% de los 16 países con datos disponibles, la inflación de alimentos superó a la inflación general. Esta situación resalta los desafíos persistentes en materia de seguridad alimentaria en economías más vulnerables, de acuerdo con el Banco Mundial.
En cuanto a los precios internacionales, los índices de productos agrícolas y cereales disminuyeron 1% desde la última actualización. En particular, el maíz y el arroz cayeron un 4% y un 1%, respectivamente, mientras que el trigo subió un 3%. En términos interanuales, los precios bajaron un 2% en el caso del maíz, un 20% para el trigo y un 31% para el arroz. No obstante, al comparar con enero de 2020, el maíz aumentó un 13%, el trigo cayó un 4% y el arroz subió un 2%.
En esta línea, la edición de junio de 2025 del Monitor de Mercado del Sistema de Información del Mercado Agrícola (SIMA) indica que los mercados globales de trigo, maíz, arroz y soja se mantienen estables, sin interrupciones relevantes en la oferta. Aun así, existen riesgos crecientes asociados a condiciones climáticas adversas y disparidad en el estado de los cultivos por regiones.
Otras bases de monitoreoEl descenso de los precios también se observa en el Índice de Precios de Alimentos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), que bajó por segundo mes consecutivo. Esta caída fue impulsada, principalmente, por menores precios en cereales y aceites vegetales.
En particular, los precios del trigo disminuyeron por las cosechas abundantes en la región del mar Negro y las altas exportaciones de Rusia, mientras que los del maíz y el arroz se redujeron debido a buenas condiciones de cultivo y a una menor restricción en las exportaciones.
Un aspecto crítico señalado por el Banco Mundial es la ineficiencia del transporte en África como causa estructural del hambre en el continente.
Los alimentos perecederos recorren, en promedio, 4.000 kilómetros en 23 días, cuatro veces más que en Europa, lo que provoca que más de un tercio de ellos se pierdan antes de llegar al consumidor.
Finalmente, el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias advirtió que, pese a los avances, los sistemas alimentarios siguen siendo altamente vulnerables a perturbaciones, como fenómenos climáticos extremos o conflictos. Muchas políticas continúan enfocándose en objetivos de producción de corto plazo, sin atender suficientemente a la resiliencia ante estas crecientes amenazas.
En la edición de mañana se abordará la evolución de la inflación de los alimentos desde junio 2024 a mayo 2025 de Paraguay con respecto a las principales economías del mundo.
*Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.