
General Caballero JLM 0-Guaraní 2: El Cacique, aferrado a la ilusión
Las matemáticas por sobre su rendimientoEl partido comenzó bajo y paulatinamente fue ganando en emoción. Con la resaca a cuestas, por la histórica conquista de la Copa Paraguay, a General Cabal...
Las matemáticas por sobre su rendimiento
El partido comenzó bajo y paulatinamente fue ganando en emoción. Con la resaca a cuestas, por la histórica conquista de la Copa Paraguay, a General Caballero le costó desplegar su juego habitual.
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El golpeado Guaraní tampoco pudo articular jugadas, hasta que en el único tiro de esquina de la fracción inicial pudo quebrar la paridad con un blooper.
Servicio de Manzur en dirección a Zaracho, quien le ganó en la corrida a su marcador González Vázquez, que en su intento por recuperar terreno perdido no hizo otra cosa que impulsar el balón hacia su propia portería.
El VAR abortó dos penales, uno por bando. En el primero, Alipio Colmán pitó una falta de González Vázquez sobre Fernando Fernández. La tecnología determinó un offside previo.
Después, un potente remate desde fuera del área del “militar” Franco se desvió en Martínez y dio en el brazo del Tanque Ferreira. La revisión determinó que el aurinegro tenía el miembro superior pegado al cuerpo, en posición natural. La pena máxima quedó sin efecto.
A segundos del descanso Estifen Díaz tuvo el empate, pero se encontró con la gran intervención de Aldo Pérez.
La misión del Cacique en la complementaria era mantener la ventaja y si es posible, aumentarla. Su juego daba para la mínima diferencia, no para más. Está lejos de ese juego explosivo y contundente del tramo inicial del torneo.
Con una serie de tiros de esquina, el Rojo ejerció presión y puso en zozobra a la última línea del Legendario, que sobre el final encontró respiro con el tanto con guapeada incluida de Richar Torales, luego de recepcionar el largo envío de Pérez.
Sin sobrarle absolutamente nada, el Cacique cumplió al ganar en suelo altoparanaense. Ahora va al encuentro de Luqueño, al que deberá ganar y esperar un tropiezo de Cerro Porteño para lograr el título, del que está algo distante por su rendimiento.
Fue la última presentación de local del General Caballero en la máxima categoría, con una digna despedida y la conquista del título nacional en el torneo de integración que premia su esfuerzo. Si descendió es porque durante un largo tramo no hizo bien las cosas. Su imagen de club serio y ordenado vislumbra un rápido retorno a la élite.
