El fútbol no fue la excepción a esa regla, pues del total de futbolistas palestinos asesinados, 18 son menores de edad, informó la federación de ese país (PFA) a la agencia de prensa Wafa.

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Según la entidad, Israel “puso en la mira estructuras deportivas, futbolistas, dirigentes, árbitros y atletas de otras disciplinas” desde que inició su ofensiva militar, que según el primer ministro de ese país, Benjamín Netanyahu, no se detendrá “hasta que Hamas sea eliminado.”

Ni el clamor de la opinión pública internacional, ni resolución de las Naciones Unidas (vetada por Estados Unidos) reclamando un cese del fuego, bastaron para detener el genocidio palestino, que había comenzado mucho antes del ataque perpetrado por Hamas el 7 de octubre que dejó más de mil muertos y decenas de rehenes israelíes, algunos de los cuales que fueron intercambiados mientras se extendió una breve tregua.

La PFA informó que los bombardeos de Israel destruyeron por completo nueve estructuras deportivas, no sólo en la devastada Gaza, sino también en Cisjordania, donde -según advirtió- fueron arrestados tres deportistas, cifra que no puede establecerse con exactitud en la Franja debido “a la gran cantidad de desaparecidos”. (ANSA).