
“El pueblo está cansado, agobiado y sin confianza en sus instituciones”
La Conferencia de Religiosos y Religiosas del Paraguay (Conferpar) celebra la 66ª semana nacional, con debates sobre la realidad nacional y celebraciones eucarísticas, que se realizan en el Coleg...
La Conferencia de Religiosos y Religiosas del Paraguay (Conferpar) celebra la 66ª semana nacional, con debates sobre la realidad nacional y celebraciones eucarísticas, que se realizan en el Colegio Teresiano de Asunción. Religiosas y religiosos, en el marco de este encuentro, peregrinaron desde el colegio Santa Clara hasta el Congreso ayer, y emitieron un manifiesto en el que critican la falta de políticas públicas del Gobierno de Santiago Peña.
Cuestionan que la paz verdadera no es posible sin justicia. “Por eso, denunciamos con dolor la falta de voluntad política de quienes gobiernan. Las leyes, que deberían proteger a todos, son manipuladas para beneficiar a unos pocos, dejando al pueblo desamparado y sin voz”, señalan.
Desde Conferpar lamentan que la corrupción, la impunidad y el desinterés por el bien común hieran el alma de la nación. “El pueblo está cansado, agobiado, sin luz ni confianza en sus instituciones”, dicen.
La educación pública “está desfinanciada, precarizada y olvidada. Nuestros niños y jóvenes aprenden en condiciones indignas, mientras se sigue favoreciendo a sectores privilegiados”, señala el comunicado. “La salud pública no garantiza el derecho a la vida. Falta personal, medicamentos, infraestructura, y las familias pobres deben mendigar atención o endeudarse para sobrevivir”, añade.
“Los pueblos indígenas siguen siendo víctimas del despojo, la marginación y el racismo estructural”, indica Conferpar, que cuestiona la no implementación de la reforma agraria “mientras crecen los latifundios y se criminaliza la lucha campesina”, y la depredación de los bosques “por parte de empresas poderosas”. “Miles de jóvenes deambulan sin empleo, atrapados en los cinturones de pobreza de las ciudades, sin oportunidades ni esperanza, presa fácil de adicciones, violencia, de los que se lucran con la trata de personas o migración forzada”, lamentan.