
El fugaz robo de dos cuadros históricos del museo de Isla Umbú, ubicado al lado de la comisaría
La encargada del museo, Dalmi Miranda, presentó la denuncia en la Comisaría 9ª de ...
La encargada del museo, Dalmi Miranda, presentó la denuncia en la Comisaría 9ª de Isla Umbú, luego de constatar la desaparición de las dos obras al abrir el museo ese mediodía para recibir a un grupo de turistas.
“Grande fue mi sorpresa al entrar y no encontrar los dos cuadros más importantes del museo. Sospecho que los responsables aprovecharon la gran cantidad de visitantes que llegó a la ciudad por la celebración del Santo Patrono”, manifestó.
El museo había permanecido cerrado desde el 30 de abril hasta el 3 de mayo. Tras la denuncia, personal de Criminalística, Investigaciones y agentes de la comisaría realizó un rastrillaje en los alrededores.
Las pinturas fueron halladas horas después, escondidas detrás de la muralla, sobre un camino vecinal a la orilla del pueblo. La fiscal Érica Encina fue notificada del caso.
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Dalmis Miranda expresó su profunda preocupación por la total indefensión en que se encuentra el museo: “Las puertas son débiles, no hay cámaras de seguridad y el museo está pegado a la comisaría. Aún así, nadie vio ni escuchó nada. No contamos con ningún tipo de apoyo para reforzar la protección del lugar”, lamentó.
La infraestructura del museo está visiblemente deteriorada: grietas, filtraciones y un estado general de abandono contrastan con el valor histórico de las piezas que resguarda.
Este lamentable hecho desenmascara la desidia de las autoridades locales y departamentales incluyendo a la Secretaría de Cultura de la Gobernación de Ñeembucú y la Secretaría Nacional de Cultura con sede en Asunción, que año tras año ignoran los reclamos por mejoras estructurales y seguridad en uno de los pocos espacios de memoria viva del país.
La guía responsable del museo, Dalmi Miranda, confesó a los medios de comunicación que pese a sus múltiples tareas, percibe apenas G. 600.000 al mes, un monto que roza lo insultante considerando la responsabilidad que conlleva custodiar parte del legado nacional.
Actualmente, el museo histórico de Isla Umbú depende de la municipalidad local, cuyo intendente es Jorge Marecos (PLRA), quien comentó que tiene un presupuesto ínfimo para el mantenimiento y un pequeño pago para la guía del museo.
Convertir a Ñeembucú en un destino turístico relevante exige más que discursos. Requiere inversión, compromiso real con la cultura y una política decidida de protección del patrimonio.
El robo de estas obras debe ser un llamado de alerta urgente: o se prioriza la conservación de la historia, o se continúa alimentando el olvido institucionalizado que hoy amenaza con devorarlo todo.