Mikahela, aparentemente sería una estudiante de enfermería o medicina, quien supuestamente aconsejó al joven de 17 años los procedimientos y hasta las medicinas que debían usar para causarle un aborto y luego hasta la forma que podría matar María Fernanda Benítez Martínez (17), sin dejar rastros. Finalmente, los restos desmembrados de esta última aparecieron en un yuyal frente a la casa del sospechoso.

En el celular del detenido se encontró una serie de mensajes, conversaciones con Mikahela. En uno de los primeros chats a los que accedieron los investigadores, el joven explica a Mikahela que ya le dio de tomar la pastilla, pero que no le hizo efecto. A lo que ella le vuelve a preguntar #hace cuando fue, 1 nomas, yo te dije que tantee con dos".

 Los policía creen que se referían a las pastillas que normalmente se utilizan para abortar.

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En otra parte de la conversación el ahora detenido le pregunta a su amiga si ella tendría alguna posibilidad de encontrar y llevar a la María Fernanda junto a alguien, quien le haga perder a la criatura. “Te voy a pagar y todo si queres, le dice el muchachito a su Mikahela”.

Al no encontrar la forma para que aborte la adolescente, el joven pregunta a Mikahela. ¿Y si la mato a ella y la entierro en el terreno de alado?. Luego el sospechoso argumenta su idea de matar porque la víctima aparentemente quería tener su bebé. Finalmente, Mikahela le da la idea de inyectar aire en las arterias de María Fernanda, para que esta muera y que no quede huellas de que en realidad fue un asesinato.

 Con todos estos elementos, los agentes de la Policía aseguran que el adolescente de 17 planificó todos los detalles para asesinar a María Fernanda, quienes estaba esperando un hijo de él, señalaron.

En el chat del 22 mayo, el ahora detenido le confirma a su amiga que ya se decidió en inyectar aire a la víctima, “¡primero la llevo en casa, le voy a dar clonasepan y después le voy a inyectar el aire!“.