A continuación compartimos la nota de PrimerTiempoCO de la supuesta “maldición” a Real Cartagena por no honrar una deuda de vieja data .

Digno Javier González es un delantero paraguayo que pasó por el fútbol de su país, por Perú y Chile, y en Colombia, por Atlético Huila y Real Cartagena, donde anotó cuatro goles en 2012, año en que el equipo descendió a la segunda división del FPC. Desde entonces, Los Heroicos nunca volvieron a la A.

Años después del descenso, González reapareció en su cuenta de Twitter denunciando que Real Cartagena le había quedado debiendo su salario, y afirmando que, supuestamente, había lanzado una «maldición» al equipo, y que hasta que la directiva auriverde -en ese momento encabezada por Rodrigo Rendón- no le pagara la deuda, el equipo no volvería a ascender.

El jugador siguió trinando periódicamente sobre este tema, y con el paso de los más de trece años en segunda división del equipo, los aficionados comenzaron a creer en la supuesta «maldición» y a reprocharle a González en su cuenta de X, mensajes a los que el paraguayo respondía afirmando que mantendría lo hecho hasta que no le pagaran.

En agosto de 2024, el paraguayo confesó en una entrevista que le adeudaban seis meses de salario (unos 24.000 dólares mensuales), y que, para liberarse de la situación personal y ayudar a su familia —en ese momento su esposa estaba embarazada—, había lanzado una “maldición” sobre el club: “si me pagan, elimino todo lo malo que está pasando en el club”.

Posteriormente, ofreció rebajarla a dos meses (unos 48 millones de pesos) para anular el maleficio. Real Cartagena suma ya 13 años en la segunda división, lo que generó la leyenda según la cual sus malos resultados se deben a ese “hechizo” lanzado por González.

Hoy, tras una conversación directa entre Digno y ColombiaGol —propietaria mayoritaria del club desde 2021—, se llegó a un acuerdo y se saldó la deuda. Con el pago completado, el compromiso de González es que la maldición quedará oficialmente levantada. Michael Wennin, hijo de Helmuth Wennin, máximo accionista de ColombiaGol, y uno de los jóvenes directivos del equipo, se encargó de localizar a González, contactarlo y llegar al acuerdo para pagarle al jugador.

Así que, en palabras del mismo González: “se cumple mi parte, la quito”, y el equipo queda, simbólicamente, libre para pelear con calma en la B sin fantasmas del pasado. El que quiera creer, que crea.