Luqueño encontró claridad en el final

Guaraní y Luqueño saltaron al campo del Defensores del Chaco con la obligación de quedarse con la victoria para seguir en carrera en Copa Sudamericana. Una presión que tuvo su incidencia en el desarrollo del juego, que durante la primera parte fue muy mala para el espectáculo.

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Las ocasiones claras para abrir el marcador no se hicieron presentes durante el primer lapso, en el cual hubo mucha disputa por parte de ambos elencos e imprecisiones constantes que jugaban en contra en cada intento ofensivo.

En cuanto a la propuesta de juego expuesta por los equipos, el Auriazul fue el que por lapsos tuvo algunas buenas conexiones colectivas de mitad de cancha hacia adelante, pero que no encontraron la fórmula correcta para finalizar de forma correcta al momento de llegar al borde del área.

Por su parte, el Aurinegro buscó mucho con pelotas largas para sus delanteros. La intención era que alguno de ellos quede mano a mano con los centrales y a partir de la potencia ganen sus duelos y puedan avanzar de frente a la portería rival. A pesar de los intentos, no lo consiguieron.

En la segunda parte el trámite no cambio mucho, más allá que con las variantes el aborigen intentó hacer circular más el balón y trató de buscar menos con pelotas largas.

El equipo que ayer vistió de blanco fue el que dentro de todo intentó jugar y atacar con algo más que solo empuje. Cuando los volantes y laterales se sumaban al ataque daban la sensación que podían genera algo más. La primera chance clara la tuvo Marcelo Ferreira, pero su remate fue desviado por Servio, quien no pudo hacer nada en el remate de Diego Fernández.

En el final, las manos de Aguilar sostuvieron la clasificación, al salvar un remate de Moreira.