La fiscala Vivian Coronel, de la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra Niños y Adolescentes, demostró la responsabilidad del encausado. En consecuencia, el Tribunal Colegiado de Sentencia -presidido por la jueza Flavia Lorena Recalde y conformado por sus pares Milciades Ovelar y Emilia Santos- aplicó la sanción condenatoria.

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Según se pudo demostrar en el debate público, los abusos sexuales ocurrieron entre el 21 de marzo y el 21 de abril de 2022 en el interior de un inquilinato ubicado en el kilómetro 20 Acaray del distrito de Minga Guazú.

El hombre, de 27 años, sometía sexualmente a la niña de 12 y luego la amenazaba con que mandaría preso a su padre o lo mataría en caso de que no fuera junto a él en su habitación, donde la sometía sexualmente.

De esa forma, bajo amenazas, el hoy condenado abusaba de manera sistemática de la niña, hasta que finalmente ella se lo contó a su madre, quien denunció el hecho.

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La pequeña fue inspeccionada por un médico forense del Ministerio Público, quien confirmó el hecho. De igual forma, fue evaluada por una profesional del Centro de Atención a Víctimas, oportunidad en que contó detalladamente sobre los abusos sufridos. Asimismo, en la entrevista en la Cámara Gesell, la menor detalló las agresiones y sindicó al ahora condenado como el autor.