Por algo, el mote de Ciclón

Tan cambiante es Cerro Porteño que es capaz de brindarte las cuatro estaciones del año no en un solo día, sino en un partido, en poco más de 90 minutos.

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El floreo primaveral con los toques, el calor veraniego de su fútbol alegre con su afición complemento ideal, hasta que cambia la orientación del viento y viene el fresco otoñal hasta el frío invernal que modifica absolutamente todo.

Pachi Carrizo se perdió una clara ocasión de gol de movida, el chico Aguayo falló desde inmejorable distancia, el juego azulgrana era superior hasta que lo atacaron y su defensa fue una invitación al gol.

Ramiro Vaca con una tijera espectacular aprovechó un despeje en el área y puso en ventaja a Bolívar. Si el local dejó pasar su momento, también el visitante dilapidó un largo trecho favorable para aumentar su ventaja.

Lo mejor para Cerro era que el primer tiempo se cerrara con ese marcador hasta que en el segundo y último minuto de recuperación llegó el empate y renació el equipo de Diego Martínez.

Proyección de Alan Benítez, cortinado del cuestionado Aguayo para la recepción y definición del argentino Jonatan Torres. Parecía una anotación de otro juego, porque el Ciclón estaba contra las cuerdas.

En el arranque de la complementaria se dio una descarga de Torres para la corrida por derecha de Piris da Motta quien asistió al argentino que registró su doblete.

El inspirado Torres volvió a embocar, esta vez con un testazo luego de un servicio medido de Aguayo. Luego, un envío al segundo palo fue bajado por Velázquez para la resolución de Jorge Morel. El 4-2 llegó con el golazo de Ramiro Vaca.

Diego Martínez presentó una línea defensiva de cinco, como si el rival fuese el Bayern. La modificación oportuna del sistema fue uno de los factores determinantes para la recuperación, además de la contundencia, claro está.

El victorioso entrenador azulgrana, Diego Martínez, expresó que “los primeros 25 minutos el equipo hizo un partido fantástico, hasta el gol de ellos, el plan salió a la perfección. No me gustaron desde el gol hasta un ratito antes del final, que pasamos al 4-4-2, porque empezamos a jugar con la ansiedad y la de la gente. La gente debe jugar el partido en la tribuna y nosotros adentro nuestro partido”.

Concluyó: “Lo de hoy es una muestra donde a veces no es lo que estamos acostumbrados con respecto a la tenencia, pero es inteligente saber jugar sin pelota y en un partido de fútbol el control de la tenencia es muy importante que es lo que buscamos, pero si entendemos que el rival lo hace, es inteligente adaptarse. Fue eso, un rival con modelo de juego muy marcado. El segundo tiempo pudimos aprovechar el espacio y la victoria es justa, merecida e importante”.