Con el comando del Bambino, anunciado en el festivo aniversario del 1 de octubre, Cerro Porteño disputó nueve partidos, de los cuales ganó dos, empató dos y perdió cinco, un registro pobre, más para un grande.

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El primero en marcharse de la Nueva Olla es Eduardo Brock, uno de los cuatro notificados inicialmente que no serán tenidos en cuenta, junto con Miguel Benítez Guayuán, Rafael Carrascal y Diego Churín, al que despidió oficialmente ayer. La lista de bajas será más prolongada.

La institución le hizo una propuesta de continuidad a Enzo Giménez, pero con las mismas condiciones, es decir sin ningún incremento económico.

En medio del incómodo momento por el nuevo fracaso deportivo, la dirigencia deshoja margaritas para la recomposición del plantel. Lo primero será la designación del técnico, luego el gerente deportivo para la canalización de los fichajes.

La renovación automática por objetivos es un punto a ser tenido en cuenta, porque llegar a una determinada cantidad de partidos, como el caso de Cristhian Javier Báez, no significa precisamente un “logro”, una conquista para la continuidad.