
Cae paraguayo que habría entregado a otros compatriotas secuestrados en Colombia
El ...
El secuestro de los dos paraguayos se produjo entre el 20 y 29 de setiembre pasados en la ciudad de Popayán, capital del departamento del Cauca, en Colombia.
Las víctimas fueron el contador Bruno Rodrigo Denis Rodas, de 39 años, y el futbolista Jorge Antonio Pedrozo Amarilla, de 38 años, ambos oriundos de la ciudad de Itá, departamento Central.
Bruno y Jorge viajaron a Colombia el 20 de setiembre creyendo que traerían un préstamo de 2 millones de dólares para invertirlos en Paraguay.
La plata supuestamente les iba a ser entregada por unos exmiembros de la desaparecida guerrilla FARC que en teoría “ya no saben qué hacer con tanta plata”, según el argumento con el que convencieron a los dos paraguayos.
Pese a que el ofrecimiento era extremadamente llamativo y hasta poco creíble, el contador y el futbolista paraguayos viajaron el 20 de setiembre a Colombia convencidos de que se volverían ricos, pero terminaron secuestrados por los falsos inversores.
Los dos paraguayos fueron mantenidos en cautiverio en una casa precaria en una zona montañosa de Popayán, custodiados por hombres fuertemente armados y que todos los días consumían impresionantes cantidades de cocaína.
El 26 de setiembre, los secuestradores recibieron 15.000 dólares que fueron enviados desde Paraguay por los familiares de los secuestrados.
El 29 de setiembre, pese a que aún exigían más dinero, los secuestradores liberaron a los dos paraguayos porque la zona estaba siendo sitiada por policías del Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula).
Lea más: Regresaron al país los paraguayos que fueron secuestrados en Colombia
Bruno Rodrigo Denis Rodas y Jorge Antonio Pedrozo Amarilla regresaron al Paraguay el 5 de octubre con dos policías del Departamento Antisecuestro y Antiextorsión (Das) de nuestro país que viajaron a Colombia para apoyar a los policías locales.
El que supuestamente los entregó también viajó a Colombia en esos díasComo el pago del rescate por los paraguayos se hizo en Paraguay, a través del sistema de giros de Western Union, el Ministerio Público (MP) abrió una causa penal en nuestro país, a cargo del fiscal de Antisecuestro, Federico Tadeo Delfino Ginés.
De hecho, luego de la declaración de las víctimas, el fiscal Delfino ordenó la detención de un paraguayo que sería el cómplice de la banda colombiana.
Se trata de Rody Rodrigo Godoy Fernández, de 36 años, quien fue capturado ayer lunes en Capiatá por policías del Das.
Este sería el que convenció al contador y al futbolista para que viajaran a Colombia para traer supuestamente el dinero, engaño que al final se convirtió en un secuestro.
De hecho, los policías del Das descubrieron que, coincidentemente, Rody Rodrigo Godoy Fernández también viajó a Colombia el 24 de setiembre, cuando sus dos “enviados” paraguayos ya estaban secuestrados, y regresó a Paraguay el 29 de setiembre, justo cuando ya se había cobrado el rescate por ellos.
Según las sospechas, Rody Rodrigo fue a Colombia para traer su parte del rescate que le habría tocado por conseguir las dos víctimas en Paraguay.
Otro extranjero rescatado con información paraguayaLa banda de secuestradores colombiana que el mes pasado mantuvo en cautiverio a los dos paraguayos volvió a hacer exactamente lo mismo el último fin de semana, cuando capturaron también bajo engaños a un comerciante hondureño de nombre Abner Enrique Zapata Rosales, de 33 años, quien igualmente viajó pensando que le entregarían una gran cantidad de dinero.
Sin embargo, gracias a la información recolectada en el caso anterior con la ayuda de los policías paraguayos, los policías colombianos pudieron identificar la guarida de la banda y rescataron al secuestrado, así como también capturaron a dos de los captores e incautaron fusiles de guerra.
Los detenidos fueron identificados como Ersai Figueroa Cabezas, de 34 años, y Yoztin Alexander Figueroa Silva, de 30 años, quienes resultaron ser los mismos que custodiaron a los dos paraguayos que fueron secuestrados en setiembre pasado.
El hondureño fue salvado justo cuando su familia estaba juntando los 50.000 dólares que pedían por su liberación.