El presbítero Vicente Segovia, director de Radio María Paraguay, tuvo a su cargo la prédica en la misa presidida por el arzobispo emérito Edmundo Valenzuela, en el Santuario de Caacupé. Segovia habló sobre la situación que se vive en nuestro país e inició diciendo que es muy importante tener conciencia de la realidad que estamos viviendo, en el contexto en el cual se desarrollan la vida y la cultura de los jóvenes.

Resaltó que lamentablemente con frecuencia ve que las esperanzas de los jóvenes se derrumban porque las autoridades les roban sus sueños, su futuro, su porvenir, y matan sus esperanzas. “Alguien que tiene privilegios, que goza de impunidad y de blindaje”, dijo para definir a los autores de ese tipo de hechos.

“Nos preguntamos, ¿qué ejemplo nos dan nuestras autoridades? Los jóvenes sueñan con tener autoridades patriotas, honestas y responsables. Nuestros jóvenes necesitan un ejemplo de liderazgo que priorice el bien común, que se fomenten la transparencia y la justicia”, señaló el sacerdote.

Jóvenes necesitan oportunidades

Asimismo, el presbítero afirmó que cuando las instituciones fallan en ser justas, los sueños de los jóvenes se ven totalmente amenazados. “Necesitamos autoridades que se ocupen y se preocupen de servir al pueblo”, expresó.

Añadió que los jóvenes desean tener una educación de calidad, porque hay muchos que aún tienen el deseo de estudiar, formarse y capacitarse para enfrentar y asumir la vida con responsabilidad.

“Nuestros chicos buscan forjar su futuro y ser una persona útil para sí mismo, para su familia y para la iglesia. Llegar a ser un profesional competente, que su título sea respetado y valorado. Los jóvenes tienen que tener la oportunidad de acceder a un empleo digno, ganar el pan de cada día de manera justa, lícita y honesta, sin necesidad de mendigar puestos y emigrar a otros países en busca de trabajo y mejores condiciones de vida”, enfatizó el presbítero Segovia.

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Redes pueden producir “aislamiento, soledad y adicción”

En otro momento, el presbítero dijo que estamos en una sociedad de redes que vive en una cultura virtual y en el fenómeno de la globalización.

“La festividad de Caacupé no es solo un evento religioso local, sino que trasciende, tiene impacto nacional y a nivel internacional”, señaló como beneficio.

“Cambia nuestra manera de comunicarnos, nuestra manera de aprender y nuestra manera de relacionarnos. Pero jaipuru vaírõ ikatu ombotuju ñande korasõ ha ñande rekove (Pero si las usamos mal, puede que contaminen nuestros corazones y nuestra vida) Hay que cuidar cómo se utiliza la tecnología porque puede producir aislamiento, soledad y adicción”, añadió.

“En estos llamados de la realidad estamos anunciados a llegar a Cristo, ser testigo de la palabra y del amor del peregrino”, prosiguió el sacerdote.

“El hombre necesita la palabra de Dios, el mundo necesita la palabra de Dios. Todos necesitamos de la palabra de Dios, de una palabra de verdad, de una palabra de vida que purifica, sana, cura y perdona. Como dijo el cardenal Adalberto Martínez, el poder en derecho propio es contrario a la voluntad de Dios”, sentenció el presbítero Vicente Segovia.

Hoy, a las 19:00, la misa será presidida por monseñor Pedro Jubinville, obispo de San Pedro Apóstol. En ese mismo horario se recibirá a la Peregrinación Nacional de Jóvenes.

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