“Yo esta enfermedad ya venía arrastrando desde chiquito, creo que desde los 12 o 13 años ya tenía esto, pero nunca me fui a consultar, una vez creo que me fui, pero después nunca más y después también es que como se me dio todo tan rápido en el fútbol, gracias a Dios. Yo cuando tenía 13 años ya me subieron con la Sub 14 para entrenar, preparándome para el siguiente año y desde ahí como que ya no tuvo más tiempo porque era entrenar de lunes a viernes, sábado jugábamos y solamente los domingos teníamos libre”, relató el jugador.

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El defensor Itaugüeño reflexionó sobre la falta de atención a su salud durante su etapa de crecimiento, priorizando siempre su deseo de estar presente dentro del campo de juego. “Uno cuando es inmaduro no piensa en esas cosas, no piensa en su salud, en nada, yo solo quería jugar, entonces no le daba tanta importancia, hasta que llegué a este extremo, que se me complicó todo, porque yo desde chiquito tenía la sinusitis”, confesó el lateral zurdo al recordar la evolución de su padecimiento.

El futbolista detalló el sacrificio físico realizado para cumplir con los objetivos del semestre, recurriendo a medicación para poder competir en los partidos claves. “Así me fui a jugar a Estados Unidos (con la selección paraguaya). Y jugué todo contra Trinidense (Fecha 20 del Clausura) y estaba muy mal, hecho mier..., chalái, con fiebre. Yo jugaba así, me afectaba un poco, pero me inyectaba también y así aguantaba todos los partidos. Antes del partido me ponían una inyección y mediante eso entraba a jugar y aguantaba, porque yo no me quería más perder ningún partido, porque yo me propuse un objetivo y cumplí gracias a Dios”.