Luqueño mereció algo más que el empate

Arranque electrizante del 2 de Mayo, que fue decidido en busca del tanto del desnivel, que llegó en el amanecer del partido. A penas transcurrieron un par de minutos cuando el dueño de casa inauguró el marcador con la anotación de Sergio Bareiro, quien, con un toque esquinado, redondeó una gran incursión ofensiva de César Castro por el costado izquierdo.

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Luego de pasar al frente, el anfitrión cedió el protagonismo a Luqueño, que contó con posibilidades claras para emparejar el tanteador mediante la vía de la pelota quieta: en la primera, Servín sacó del ángulo un cabezazo de Rody Ferreira tras el córner de Hauché, quien en la siguiente acción volvió a meter otro balón al área. Esta vez, Santander aplicó el testazo amortiguado en Díaz, para propiciar nuevamente la gran intervención del portero del Gallo Norteño.

En la complementaria, aprovechando la vía que le estaba dando rédito, el elenco auriazul logró el tanto de la paridad en una acción en la que el fondo local demostró deficiencias al no poder despejar un tiro de esquina de Guillermo Hauché, que parecía fácil. Esto poco le importó al zaguero Julián Marchio, quien efectuó una definición pifiada pero efectiva que Pedro Sosa no pudo despejar sobre la línea de sentencia.

Luego de la paridad, el visitante no levantó el pie del acelerador y mantuvo la voracidad en su afán de encontrar el tanto del desnivel. El ingreso de Brahian Ayala le dio mejor semblante al ataque auriazul, siendo el elemento más punzante. Sin embargo, la efectividad no acompañó sus intentos; la más clara fue un cabezazo desviado desde posición inmejorable, tras un gran centro de Comas desde la derecha.

El “Gallo” Norteño prácticamente no encontró la forma de volver a dirigir el peligro hacia la portería de Alfredo Aguilar, y tuvo como gran figura al guardameta Carlos Servín, quien, haciendo gala nuevamente de su seguridad, logró mantener el marcador equilibrado.