El objetivo de la caminata fue exigir al intendente municipal Sixto Armoa (ANR-Cartista) la construcción inmediata de un camino de todo tiempo que conecte sus comunidades con el resto del distrito.

Los pobladores se mostraron frustrados y descontentos por la situación en que se encuentran y afirmaron que el municipio había desembolsado 120 millones de guaraníes por un estudio de factibilidad para la pavimentación del camino.

Criticaron al intendente Sixto Armoa porque nunca respondió a sus llamadas ni a sus reclamos.

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Pedro Rojas (73), un antiguo poblador de Laguna Itá, lamentó la situación y relató que el acceso a la localidad se encuentra “impenetrable”, y añadió que “solo se puede salir a caballo o a pie”.

La falta de un camino transitable ha afectado gravemente a la comunidad, incluso dificultando el acceso a servicios esenciales como la educación y la atención médica.

La docente Noemí López expresó su indignación frente a la crítica situación y reveló que los niños ya no pueden asistir a clases presenciales y se ven obligados a realizar sus tareas de manera virtual debido a la falta de acceso vial.

Graciela Ayala, una joven del lugar, destacó la urgencia de atención médica para la comunidad, ya que muchos pobladores son adultos mayores y niños que requieren asistencia médica. Así también mencionó que muchos jóvenes ya no pueden asistir a la Universidad.

El intendente Sixto Armoa no tuvo otra alternativa que atender los reclamos de los pobladores en el Polideportivo Municipal de la ciudad, donde se encontraba con el gobernador de Ñeembucú, Víctor Hugo Fornerón (ANR cartista). Ambos se comprometieron en brindar soluciones de manera urgente como ser el envío de una retroexcavadora al lugar para la limpieza de cauces hídricos y la entrega de kits de víveres. Sin embargo, los pobladores solicitaron una solución definitiva al problema y no una solución parche.