Las obras civiles de la Central del brazo Aña Cuá están actualmente paralizadas, pero hay una posición muy firme del gobierno nacional y de la administración del director ejecutivo paraguayo, Luis Benítez, de darle continuidad a esa obra, aseguró el jefe financiero paraguayo, Federico Vergara. “Esa obra no puede pararse. Una inversión que ya ronda los 200 millones de dólares no puede quedarse en el oparei”, aseguró.

Al mismo tiempo admitió que no tienen condiciones de financiar Aña Cuá en los próximos meses. “por lo menos”. “Entonces, hay que buscar otra alternativa. El financiamiento externo es una alternativa”, dijo.

Según el funcionario de la EBY, se está trabajando sobre este tema, ya que no es fácil de definir. “Cualquier banco, cualquier entidad que te vaya a dar un crédito debe tener el aval de ambas partes”, indicó.

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Según Vergara, para terminar Aña Cuá se necesitan más de US$ 400 millones. “Ahí también hubo otra falacia. Recordó que al principio, por los años 2016 y 2017 se hablaba de una inversión de US$ 600 millones pero “después hubo una alaraca importante de que se adjudicó por montos mucho más reducidos, que se evitó un gran robo”, dijo.

Al respecto manifestó que esa fue una gran mentira. “Hay que entender de que las ofertas ya fueron recepcionadas antes del cambio de la administración. Entonces, si vos ibas a hacer un curro, entonces evidentemente que tus ofertas llegan a venir arregladas. O sea, si tus ofertas ya vinieron por un menor precio, quiere decir que no había ninguna intención de curro”, expresó.

Agregó que “se adjudicó a los precios menores, pero hoy las empresas están pataleando”. Reconoció que muchas veces las empresas entran con un precio por debajo del referencial para asegurarse el contrato y luego comienzan con la presión: “necesitamos reajustar, necesitamos una adenda, necesitamos ampliar; y ahí están en el vyrorei. Bueno, eso es lo que pasó con Aña Cuá”, aseguró.

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Además comentó que la situación financiera argentina afecta, porque los contratos de Aña Cuá se establecen en tres monedas. “Un porcentual se paga en dólares, por ejemplo, para los insumos que son importados; para los trabajos previstos que se deben realizar en Paraguay, se pagan en guaraníes. Y los que se deben realizar en Argentina, se pagan en pesos”, detalló.

Vergara reiteró que US$ 400 millones se necesitan “como mínimo” para culminar el proyecto Aña Cuá. Entonces mencionó que las fuentes de financiamiento pueden ser los bancos Internacionales o fondos verdes.

“Ustedes saben que Yacyretá ambientalmente es una empresa absolutamente vendible en ese concepto. Tenemos más de 5 mil hectáreas en reservas naturales que pueden ser certificadas. Ustedes saben que en el exterior hay fondos por el tema de generación de oxígeno, de energía no contaminante. Hay formas de conseguir esos créditos, pero se necesita trabajar. Eso no es que decimos, queremos la plata y ya está. Hay que buscar los canales”, admitió el jefe financiero de la entidad.

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Vergara explicó que cuando se estableció la Nota reversal del 2017, que fue aprobada por nuestro Congreso Nacional pero no por el Congreso argentino, se había establecido cómo se iba a financiar Yacyretá. “Se presumía que al aprobarse la Reversal del 92 se iba a arreglar Yacyretá financieramente y que iba a existir un excedente de recursos que iba a permitir la inversión con fondos propios. Eso no sucedió. Hubo un corte en los compromisos asumidos en el 2017 con relación a lo que pasó los siguientes cinco años. Es como que se olvidaron de la Reversal del 2017″, cuestionó.

En este contexto, resaltó que ́en medio se dieron situaciones adversas como la pandemia y la sequía. “Hoy la Argentina, que es la principal compradora de energía, te dice ‘nosotros ya no tenemos recursos’”, comentó.